Según ha podido saber TV3, la multinacional tenía seleccionados nuevos centros en Celrà, Reus, Vitoria y Sevilla, pero les ha frenado al ver sobredimensionada su logística
La sonrisa de Amazon es cada vez más tímida. Aunque este martes y miércoles es fiesta grande en la multinacional americana por Prime Day, un día de descuentos donde las ventas se disparan, el momento no es nada dulce para la compañía. Amazon frena en seco su expansión.
España es sólo uno de los casos que se está encontrando la compañía en todo el mundo: las ventas de e-commerce no avanzan lo rápido que se esperaba y la estrategia de crecimiento sin límite se agota, según explican fuentes conocedoras de las interioridades de la compañía.
La prueba es que, a pesar de la apertura de muchos centros en los últimos años, dentro de la hoja de ruta de la compañía para los próximos años se seguía previendo la apertura de nuevos almacenes en Celrà, Reus o Sevilla, pero, según ha podido saber TV3, todos se han cancelado, aunque algunos estaban prácticamente firmados.
Ventas sobredimensionadas
La pandemia hizo que el negocio de Amazon se multiplicara sin medida. Con los confinamientos y restricciones de movilidad, el gran ganador fue el gigante del e-commerce. Incluso, al principio de la pandemia, cuando sólo podían abrir los supermercados para productos básicos, Amazon podía vender absolutamente todo sin limitación territorial.
Las ventas carecían de techo y el número de personas que se suscribieron a su servicio crecía sin límite. Tanto, que las previsiones de la compañía eran que esto no tenía freno, y que el comportamiento pandémico de los compradores se consolidaría y seguiría con el mismo ritmo cuando todo acabara.
Por eso, la compañía pisó el acelerador abriendo tantos centros logísticos como podía, y esto ocurrió especialmente en Catalunya, con la apertura de cinco almacenes prácticamente de una manchada: Mollet, Montcada, Santa Perpètua de Mogoda, Figueres y Barcelona.
Centros logísticos cancelados
Pero la fiesta ha terminado. Amazon ve que empieza a tener una capacidad logística que no se corresponde con la evolución de las ventas, y que, por tanto, está sobredimensionada. La compañía tenía prácticamente firmado un centro de 12.000 metros cuadrados en Celrà (Girona) y otro de 80.000 metros cuadrados en Reus.
En un primer momento, se pospuso un año la decisión, a la espera de que las ventas volvieran a los ritmos previstos. Lo tenían todo hecho, promotoras seleccionadas, terrenos escogidos… pero finalmente se ha decidido descartar sine die estos centros.
Es lo que también ha ocurrido con otro centro de 30.000 metros cuadrados que tenían a punto de cerrar en Sevilla, y que finalmente, ha quedado en papel mojado, la misma situación que se ha vivido en Vitoria.
Amazon tiene demasiado de todo
Éste no es un fenómeno exclusivo de Cataluña o Europa, es un problema con el que Amazon se está encontrando en todo el mundo, y que, además, coincide con la salida del jefe de logística de Amazon, Dave Clark. La multinacional se está dando cuenta de que tiene demasiado de todo: demasiados almacenes, demasiados trabajadores y una infraestructura sobredimensionada: en Estados Unidos ya ha empezado a realquilar espacios que no utiliza.
La inflación también está pasando factura al gigante americano, que cada vez tiene menos margen de maniobra para calcular o prever cuáles serán sus costes. La subida de los tipos de interés, que ya ha comenzado en Estados Unidos, y que en Europa se iniciará este verano, ha empezado a enfriar ya las expectativas tanto de la oferta como de la demanda, y Amazon lo sabe.
Esta situación de fin de pandemia está afectando también a la acción de Amazon, que en un año ha perdido un 40% desde sus máximos. Es un hecho que están sufriendo muchas empresas tecnológicas, especialmente las que habían aumentado mucho su valor con la pandemia, porque su actividad se había visto reforzada, y en un año todas han visto cuánto más de la mitad de su valor se ha evaporado, como Deliveroo (-68%), Delivery Hero (Glovo) (-68%), Netflix (-68%) o Uber (-56%).
Artículo originalmente publicado en 324. Consulta el artículo aquí.